Un trabajo reciente propone diversas aproximaciones mediante las cuales el metaverso podría usarse para contribuir a reducir el riesgo de enfermedades no transmisibles. A cargo de investigadores multidisciplinares japoneses y canadienses, el trabajo pone el acento en las oportunidades e incertidumbres de la aplicación de dicha tecnología en la investigación y promoción de la salud pública.
Surgido en el seno de la ciencia ficción a principios de los noventa, el metaverso está generando un interés creciente desde finales de 2021, en que la matriz de Facebook cambió de nombre para hacer referencia a dicho término. En este sentido, hay un debate incipiente sobre cómo los mundos virtuales pueden utilizarse en diversos ámbitos de la investigación.
Publicado en el Journal of Medical Internet Research, el artículo aborda las posibilidades que ofrece el metaverso para estudiar la relación entre los entornos construidos (EC) por la humanidad, con los que interactuamos constantemente, y las enfermedades no transmisibles (ENT). Estos EC influyen directa e indirectamente sobre factores de riesgo de ENT, como la contaminación, el sedentarismo y los hábitos de vida poco saludables, entre otros.
El metaverso podría servir para testear intervenciones de salud a gran escala antes de ponerlas en práctica en el mundo real
Según los autores, el metaverso podría servir para testear la efectividad de intervenciones a gran escala sobre el EC para mejorar la salud antes de ser implementadas en el mundo real, lo que permitiría ahorrar tiempo y dinero. Así, los participantes de un estudio podrían ser aleatorizados en un mundo virtual para experimentar distintas exposiciones a EC con mayor o menor densidad o con más o menos áreas verdes y estudiar cómo esto afecta a su fisiología y comportamiento.
Por otro lado, el aspecto inmersivo del metaverso puede utilizarse como intervención directa en salud, por ejemplo, para ofrecer una exposición a entornos verdes a personas que tienen pocas oportunidades de acceder a este tipo de entornos en el mundo real, reduciendo así su nivel de estrés.
El artículo también resalta algunas de las limitaciones de esta tecnología, como su capacidad limitada para analizar comportamientos humanos, o sus efectos negativos directos sobre la salud, como el aislamiento social y la inactividad física. Sin embargo, los autores consideran que el metaverso tiene potencial para influir en todos los aspectos de la vida, por lo que conviene afrontar cuanto antes las posibilidades que dicha tecnología puede ofrecer para la investigación en salud pública.
Referencia
Koohsari MJ, McCormack GR, Nakaya T, et al. The Metaverse, the Built Environment, and Public Health: Opportunities and Uncertainties.
J Med Internet Res. 2023;25:e43549. Published 2023 Feb 13.
doi:10.2196/43549
OAD-ES-AMG-0001