A pesar de que muchas revistas médicas los permiten, e incluso los fomentan, la mayoría de investigadores nunca ha realizado un vídeo resumen como herramienta de difusión de un trabajo científico. Y, sin embargo, se trata de una estrategia clave que permite ampliar el alcance de una investigación, tanto entre un público más generalista como especializado, puesto que un abstract en vídeo puede contribuir a aumentar las visualizaciones de un manuscrito, así como el número de citaciones que recibe.
Así lo recogen tres especialistas en salud pública en un artículo especial con recomendaciones para elaborar vídeo resúmenes en la investigación sanitaria. Publicado en el Journal of Medical Internet Research, el trabajo también ofrece algunas herramientas online de código abierto de utilidad para la tarea, así como algunos ejemplos prácticos.
A grandes rasgos un vídeo resumen debe presentar de forma clara y breve los aspectos más importantes de una investigación. El objetivo es que la audiencia pueda entenderlo sin necesidad de recurrir al manuscrito.
Preparar un storyboard permite identificar el material y los recursos necesarios para el vídeo resumen
El trabajo ofrece consejos básicos sobre la preparación, la localización y el material necesario, como disponer de un espacio silencioso, bien iluminado, y utilizar un micrófono y un trípode para un mejor resultado audiovisual. También recomienda algunos programas informáticos de uso libre, como ShotCut y OpenShot para la edición de vídeo; Audacity para la creación y edición de audio; y Blender para realizar animaciones, entre otros.
En el artículo también se proporcionan diversas estrategias, desde la más sencilla, consistente en grabarse a sí mismo y explicar el contenido mediante una presentación, hasta opciones cada vez más elaboradas, como un time-lapse con ilustraciones y animación en 2D. Se puede incluso recurrir a herramientas de inteligencia artificial, como RunwayML para generar vídeo y Mozilla TTS para generar el audio.
Los autores destacan la importancia de realizar un guion gráfico o storyboard, y para ello recomiendan programas libres como Trelby y Storyboarder. Se trata de una guía visual de cómo va a ser el vídeo, y permite hacer un listado del material y recursos que se van a necesitar, así como el personal implicado. Una vez terminado, recomiendan añadirlo como material suplementario del artículo, subirlo a una plataforma de vídeos y compartirlo.
Referencia
Nachman S, Ortiz-Prado E, Tucker JD. Video Abstracts in Research.
J Med Internet Res. 2024;26:e64221. Published 2024 Nov 4.
doi:10.2196/64221
OAD-ES-AMG-0001