El
último congreso de la European Society of Cardiology (ESC), celebrado a finales de agosto, fue el marco de presentación de una nueva edición de la
Guía de prevención de la enfermedad cardiovascular en la práctica clínica. Elaborada por expertos de dicha sociedad, se trata de una actualización de la guía de 2016 a raíz de la aparición de herramientas mejoradas para la predicción del riesgo, así como nuevos tratamientos y objetivos terapéuticos.
Publicada en el European Heart Journal, la nueva guía se centra, sobre todo, en los factores de riesgo, la estratificación y la prevención de la enfermedad cardiovascular aterosclerótica (ECVA). En este sentido, incluye recomendaciones tanto para adultos sanos en diferentes franjas de edad como para pacientes con ECVA establecida u otras condiciones de riesgo, como la diabetes, la enfermedad renal crónica y la hipercolesterolemia familiar.
En cuanto a las intervenciones, el documento introduce un enfoque gradual para la intensificación del tratamiento preventivo, teniendo siempre en cuenta el beneficio potencial, la presencia de otras condiciones, los factores psicosociales y las preferencias de los pacientes.
En prevención secundaria se recomienda añadir un iPCSK9 en pacientes que no alcancen los objetivos de cLDL con dosis máximas de estatinas y ezetimiba
En relación con los objetivos lipídicos, el documento mantiene los recomendados en la guía ESC/EAS 2019 para el manejo de las dislipidemias. Entre las novedades en relación con la anterior versión cabe destacar que los pacientes con ECVA establecida y/o diabetes y/o enfermedad renal entre moderada y grave y/o alteraciones genéticas de lípidos o de presión arterial deben ser considerados de riesgo alto o muy alto.
Los objetivos recomendados de cLDL para pacientes con ECVA establecida se sitúan en <55 mg/dl y una reducción de al menos el 50% respecto a los niveles basales. Dichos umbrales también se recomiendan para pacientes con diabetes de tipo 2 de alto riesgo, como los que presentan ECVA establecida y/o daño orgánico grave. En aquellos pacientes en prevención secundaria que no alcancen los objetivos con dosis máximas toleradas de estatinas y ezetimiba se recomienda terapia combinada con un iPCSK9.
El documento también ofrece novedades sobre el beneficio continuado de dejar de fumar, la reducción del cLDL y de la presión arterial sistólica; y también en cuanto a la utilidad de mediciones de lípidos sin ayuno frente al ayuno.
Referencia
Visseren FLJ, Mach F, Smulders YM, et al. 2021 ESC Guidelines on cardiovascular disease prevention in clinical practice.
Eur Heart J. 2021;42(34):3227-3337.
doi:10.1093/eurheartj/ehab484SC-ES-AMG145-00747
Aceptar y salir
