Esta es una de las conclusiones de un estudio reciente en el que se han analizado las perspectivas de pacientes crónicos y profesionales sanitarios en relación con la integración de la inteligencia artificial (IA) en un proyecto de salud digital para mejorar la prevención secundaria. A cargo de investigadores australianos, el trabajo se ha publicado en el International Journal of Medical Informatics.
La IA tiene potencial para mejorar el automanejo de las enfermedades crónicas y la satisfacción de los pacientes, pero se ha explorado poco su opinión sobre dicha tecnología, así como la de los profesionales de la salud.
El estudio australiano arroja algo de luz sobre la cuestión, concretamente en relación con el uso de la IA en la mejora de los comportamientos de salud en pacientes con antecedentes de infarto de miocardio (IM). El trabajo se realizó mediante tres rondas de grupos focales en las que participaron un total de 22 pacientes y 16 profesionales sanitarios.
Los profesionales sanitarios se mostraron más optimistas que los pacientes sobre la utilidad de la IA
Los resultados de los grupos focales arrojaron 21 conceptos clave en relación con la IA, que se agruparon en cinco categorías: confianza, funcionalidad esperada, adopción, inquietudes y beneficios percibidos.
En relación con estos últimos, tanto pacientes como profesionales identificaron las ventajas que ofrecen las intervenciones basadas en IA, sobre todo como servicio de apoyo entre consultas o cuando el acceso a un centro de salud no es posible. En general, los profesionales sanitarios se mostraron más optimistas que los pacientes sobre la utilidad de la IA a la hora de mejorar comportamientos de salud en el marco de la prevención secundaria del IM.
En cuanto a las inquietudes, muchos participantes consideraron que la IA no sería capaz de dar respuesta a cuestiones específicas o personalizadas. Algunos también se mostraron suspicaces sobre su utilidad por experiencias negativas anteriores en otros ámbitos.
Los autores consideran que, a pesar de centrarse en el IM, los resultados son extrapolables a otras patologías crónicas. También resaltan que para que la IA sea posible y efectiva a la hora de mejorar comportamientos en salud debe generar confianza a los pacientes, ser explicable, intuitiva y fácil de entender, y debe ofrecer recomendaciones precisas, confidenciales y personalizadas.
Referencia
Pelly M, Fatehi F, Liew D, Verdejo-Garcia A. Artificial intelligence for secondary prevention of myocardial infarction: A qualitative study of patient and health professional perspectives [published online ahead of print, 2023 Mar 14].
Int J Med Inform. 2023;173:105041.
doi:10.1016/j.ijmedinf.2023.105041
OAD-ES-AMG-0001