Así lo considera un equipo de especialistas internacionales, que ha elaborado una estrategia sencilla para facilitar el seguimiento de la osteoporosis (OP) y sus consecuencias en la práctica diaria de la atención primaria (AP).
La OP representa una carga creciente no solo para pacientes y cuidadores sino también para los sistemas de salud, pero está infradiagnosticada e infratratada. Los profesionales de la AP son a menudo el primer contacto de los pacientes, por lo que resultan esenciales para abordar el problema.
Los autores han revisado diversas guías globales y se han basado en las áreas de consenso para elaborar una aproximación sencilla para la AP, centrada en cuatro aspectos básicos: la identificación de pacientes de riesgo, el diagnóstico, el tratamiento individualizado y el seguimiento a largo plazo. Con la colaboración de Amgen, el trabajo se ha publicado en Current Medical Research and Opinion e incorpora ejemplos de escenarios clínicos y esquemas para facilitar la toma de decisiones.
La OP implica tratamiento de por vida, habitualmente con una secuencia de fármacos
A la hora de identificar a los pacientes de riesgo conviene centrarse en si existen antecedentes de fractura, tanto a nivel individual como familiar. También se recomienda prestar atención a caídas recientes o repetidas, a la presencia de comorbilidades, a determinados tratamientos y al estilo de vida.
En cuanto al diagnóstico, los autores apuestan por evaluar la densidad mineral ósea (DMO) en función de las recomendaciones de las guías locales o regionales. En este apartado resaltan la importancia de las herramientas para evaluar el riesgo como el índice FRAX, una de las herramientas más ampliamente utilizadas, que incorpora diversos factores de riesgo al margen de la DMO.
A la hora de decidir el tratamiento farmacológico, el trabajo incide en el aspecto crónico de la OP, lo que implica tratamiento de por vida, habitualmente con una secuencia de fármacos. En este sentido, un algoritmo recoge las recomendaciones globales para el tratamiento de la OP posmenopáusica en pacientes con riesgo de fractura alto o muy alto.
La cronicidad de la OP también implica la necesidad de monitorizar y reevaluar periódicamente a los pacientes, con determinaciones adicionales de DMO y revisión de los factores de riesgo. Los autores también resaltan la importancia de prestar atención a la adherencia al tratamiento. Para mejorar este parámetro se recomienda, entre otros aspectos, la comunicación efectiva con los pacientes y la puesta en marcha de intervenciones de mejora, como la simplificación de la dosificación y los cambios en la vía de administración.
Referencia
Singer AJ, Sharma A, Deignan C, Borgermans L. Closing the gap in osteoporosis management: the critical role of primary care in bone health [published online ahead of print, 2023 Jan 24].
Curr Med Res Opin. 2023;1-12.
doi:10.1080/03007995.2022.2141483SC-ES-AMG162-00086
Aceptar y salir
