La artritis psoriásica (APs) es una enfermedad inflamatoria crónica inmunomediada con manifestaciones y curso heterogéneos cuya prevalencia en España se sitúa alrededor del 0,6%. Existen diversas recomendaciones para mejorar el seguimiento de la APs y promover su atención multidisciplinaria, pero su implementación en la práctica clínica habitual es variable.
Impulsado por especialistas españoles, el proyecto CREA nació con un doble objetivo. Por una parte, conocer los recursos disponibles y las limitaciones en el seguimiento de los pacientes con APs en la práctica habitual. Por otra, se propuso elaborar y consensuar estrategias para optimizar el diagnóstico y el seguimiento de dichos pacientes.
El proyecto ha constado de tres fases: una encuesta a una muestra representativa de reumatólogos expertos a nivel nacional; una serie de reuniones en el ámbito regional para discutir los resultados; y un consenso Delphi para consensuar estrategias de mejora de la atención que reciben los pacientes con APs.
La falta de tiempo en consulta, de personal de enfermería y el retraso en las pruebas de imagen son las principales limitaciones en el seguimiento de los pacientes con APs
Publicados en Reumatología Clínica, los resultados revelan que las principales limitaciones en el seguimiento de los pacientes con APs fueron la falta de tiempo en la consulta, la escasez de personal de enfermería y la tardanza en la realización de pruebas de imagen.
Mediante dos rondas Delphi en las que participaron 85 expertos, se establecieron 52 estrategias consideradas altamente aconsejables. Estas recomendaciones se dirigen a todos los profesionales implicados en el manejo de los pacientes, desde reumatólogos y dermatólogos hasta médicos de atención primaria y enfermeras.
Entre las propuestas destacan, por ejemplo, evaluar la
calidad de vida con un índice específico al menos una vez al año, así como el estado global del paciente mediante el PtGA en cada visita. También se considera importante realizar la exploración de caderas al menos una vez al año y, en cada visita, el recuento de articulaciones tumefactas o dolorosas, el recuento de entesitis y de dactilitis, y la valoración cutánea y ungueal.
En cada visita también deberían evaluarse las manifestaciones extra-articulares y las comorbilidades, y realizar una evaluación global y del dolor mediante la EVA, así como la determinación del DAPSA. Anualmente se debería determinar el peso, la talla, el IMC, el perímetro abdominal, la tensión arterial y la aparición de hígado graso.
Según los autores, estas propuestas aseguran un seguimiento óptimo de los pacientes con APs, incluso en entornos de alta carga asistencial, con tiempos limitados de consulta y falta de recursos. Además, favorecen la atención multidisciplinaria, destacando el papel esencial de los dermatólogos y del personal de enfermería especializado en reumatología en diversos aspectos de la evaluación de los pacientes.
Referencia
Almodóvar R, Cañete JD, Collantes E, et al. Recursos y estrategias para optimizar el manejo de los pacientes con artritis psoriásica: proyecto CREA.
Reumatol Clin. 2022;10.1016/j.reuma.2022.01.005
doi:10.1016/j.reuma.2022.01.005
SC-ES-apremilast-00010