La implementación de herramientas de inteligencia artificial (IA) generativa en la asistencia sanitaria plantea retos específicos. Las organizaciones sanitarias manejan datos extremadamente sensibles sobre sus pacientes, y por ello constituyen un sector muy regulado, de modo que toda nueva tecnología debe cumplir con normativas estrictas sobre privacidad y seguridad.
Por todo ello, expertos de la consultora Deloitte consideran que las herramientas de IA de aplicación en sanidad deben ser precisas y fiables, pero además se debe generar confianza entre los usuarios acerca de dicha tecnología. Así lo reflejan en un artículo reciente en Deloitte Insights.
Con el objetivo de abordar los retos a la hora de generar esta confianza, el pasado marzo el Deloitte Center for Health Solutions realizó una encuesta entre más de 2.000 adultos estadounidenses. Los resultados revelan que el uso de IA generativa en aspectos de salud y bienestar no ha mejorado en el último año: solo un 37% de los participantes aseguró haberla usado con dicho propósito, frente al 40% de la encuesta de 2023.
Casi un tercio de los encuestados no usa la IA en salud por desconfianza sobre la información proporcionada
Una de los principales motivos argumentados por los encuestados para no usar la IA en salud es porque no confían en la información proporcionada por dicha tecnología. Así lo aseguró el 30% de los participantes en la encuesta de este año, frente al 23% en la de 2023. Ante esta situación, los autores apuestan por tres estrategias para fomentar la confianza de los usuarios en las posibilidades de la IA en la atención sanitaria.
La primera consiste en que las organizaciones sanitarias involucren a los clínicos, que pueden actuar como mediadores de confianza con el usuario. La encuesta recoge que casi tres de cada cuatro participantes confía en los médicos como fuentes fiables de información sanitaria. Y a alrededor de dos tercios les parece bien que recurran a la IA generativa para algunos aspectos de su trabajo, como interpretar resultados diagnósticos.
La segunda estrategia pasa por actuar de forma transparente. El 80% de los participantes afirmaron querer ser informados sobre la aplicación de la IA en la toma de decisiones clínicas. Los autores consideran que es importante proporcionar información clara sobre los datos recopilados en el uso de la IA, su nivel de seguridad y sus posibles limitaciones.
Finalmente, a la hora de promover la confianza de los usuarios en la IA generativa, una tercera estrategia que las organizaciones sanitarias pueden adoptar es sumar para la causa a socios de prestigio del entorno comunitario con capacidad para actuar como fuentes fiables de información sobre salud.
Fuente:
OAD-ES-AMG-0001
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