La hospitalización de un niño es siempre una etapa complicada debido a la falta de comunicación interactiva que tiene con su familia y amigos. Ya sea por los estrictos horarios de visita en los centros o la imposibilidad de entrar a la habitación por culpa del covid, desarrollar una comunicación positiva entre el niño y sus allegados es un desafío en toda regla.
El avance de la e-salud ha permitido durante los últimos meses mejorar la relación de los pacientes con los profesionales médicos, al poder realizar consultas virtuales o evitar desplazamientos innecesarios. Aun así, la comunicación de un paciente que está ingresado con la familia pierde gran parte de matices.
Por ello nace Robin, un robot social que trabaja en hospitales pediátricos. Se trata de un compañero tecnológico que tiene la capacidad de moverse, hablar y jugar con otros mientras es controlado remotamente por humanos.
Robin es un compañero tecnológico que tiene la capacidad de moverse, hablar y jugar con otros mientras es controlado remotamente por humanos
El robot ha sido desarrollado por la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) y se probó en el hospital infantil UCLA Mattel. Los especialistas del Programa Chase Child Life realizaron visitas de vídeo de una hora con pacientes menores de edad que estaban ingresados utilizando Robin, y lo compararon con las interacciones utilizando una tablet.
Los resultados del estudio muestran que un 90% de los padres que realizaron una visita a sus hijos a través de Robin indicaron que era “muy probable” que solicitaran otra cita, respecto al 60% de afinidad con la tablet. Además, los niños informaron un aumento del 29% en el afecto positivo, es decir, la tendencia a experimentar el mundo de una manera positiva, incluidas las emociones, las interacciones con los demás y los desafíos de la vida.
El estudio, que se realizó entre octubre de 2020 y marzo de 2021, ha sembrado la esperanza en los especialistas que supervisaron las visitas con Robin. Concluyen que los principales beneficios del robot son que permite una mayor muestra de intimidad e interactividad durante el juego, un mayor control sobre su experiencia en el hospital y la formación de una nueva amistad de confianza. El Dr. Justin Wagner, cirujano pediátrico del mismo hospital, resume que su equipo “ha demostrado que un robot de compañía puede ir más allá de los chats de vídeo en una tableta para ofrecernos una forma más imaginativa y profunda de hacer que el hospital sea menos estresante".
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