Los dispositivos wearables actuales son capaces de monitorizar constantes vitales como el pulso o la presión sanguínea de forma bastante fiable, pero para medir parámetros bioquímicos sigue siendo necesario recoger muestras y enviarlas al laboratorio para analizar. No obstante, esto podría cambiar en el futuro, según una revisión reciente a cargo de expertos internacionales liderada desde la Escuela Politécnica Federal de Zúrich, en Suiza..
En un artículo en Nature, los autores destacan que ya existe una nueva generación de sensores wearables capaces de monitorizar varias moléculas en distintos fluidos corporales, desde sudor, aliento y saliva hasta lágrimas, orina e incluso líquido intersticial. Sin embargo, dichos dispositivos todavía no están listos para dar el salto al mercado.
Y es que, a pesar de demostrar aplicabilidad en estudios piloto, los expertos consideran que para dar este paso serán necesarios procesos de validación a gran escala, que tendrán que tener en cuenta
aspectos éticos y de aceptación por parte de los usuarios, ya sean pacientes o profesionales sanitarios.
Los nuevos sensores podrían permitir la monitorización continua de pacientes de forma remota
En este sentido, el trabajo destaca que una de las consideraciones clave de esta nueva generación de sensores es que los pacientes tienen que querer llevarlos. Además, se debe demostrar que ofrecen un beneficio clínico, así como asegurarse de que las mediciones que proporcionan son precisas y fiables, entre otros aspectos técnicos relevantes.
En cualquier caso, los autores consideran que las ventajas que pueden aportar son múltiples y variadas, como, por ejemplo, permitir la monitorización remota y continua de biomarcadores en los pacientes sin que estos tengan que acudir a un centro médico o a la farmacia.
Además, estos sensores wearables son mínimamente o nada invasivos. Se podrían colocar, por ejemplo, en los pañales para analizar la orina de los bebés sin necesidad de tomar ninguna muestra; o añadirlos a mascarillas para detectar virus respiratorios sin tener que recurrir a pruebas de antígenos.
En este sentido, los expertos destacan que existen diseños muy creativos, como tatuajes electrónicos capaces de analizar el sudor, lentes de contacto que proporcionan datos sobre las lágrimas, y parches para medir la curación de heridas, entre otros. Además, se trata de dispositivos que pueden ser útiles en todas las etapas de la vida.
Referencia: Brasier N, Wang J, Gao W, et al. Applied body-fluid analysis by wearable devices.
Nature. 2024;636(8041):57-68.
doi:10.1038/s41586-024-08249-4
OAD-ES-AMG-0001
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