Se sabe que los cambios en la composición de la microbiota intestinal pueden tener un impacto sobre el cáncer. En el ámbito de las gammapatías monoclonales (GM), se ha propuesto que metabolitos producidos por bacterias intestinales, como los ácidos grasos de cadena corta (AGCC), podrían actuar como mediadores entre la microbiota intestinal y el microambiente de la médula ósea. Sin embargo, su papel sobre la progresión, la respuesta y los resultados de los pacientes es poco conocido.
Con objeto de arrojar algo de luz sobre la cuestión, un equipo de especialistas españoles analizó la existencia de alteraciones en la diversidad microbiana intestinal, y sus metabolitos asociados, en pacientes con GM, así como su relación con la progresión y la respuesta al tratamiento. Los resultados se han publicado en Clinical Cancer Research.
A través de la secuenciación del ARN ribosómico 16S bacteriano, el trabajo caracterizó y comparó la microbiota intestinal en 43 pacientes: 11 con gammapatía monoclonal de significado incierto, 9 con mieloma quiescente, 10 con mieloma múltiple (MM) de nuevo diagnóstico, 7 con enfermedad en recaída/refractaria (MMR/R) y 9 con respuesta completa (RC) al tratamiento (tres de ellos emparejados en el momento del diagnóstico). El grupo control estuvo formado por 8 sujetos sin signos de enfermedad. Se cuantificaron los AGCC en suero y los metabolitos relevantes se validaron en una segunda cohorte con 62 pacientes.
El trabajo identifica cambios en la composición de la microbiota intestinal en la progresión del MM y su respuesta al tratamiento
Los resultados mostraron diferencias en la riqueza de diversos taxones en la progresión de la enfermedad y la respuesta al tratamiento. Por ejemplo, géneros relacionados con la producción de AGCC, como Prevotella, Blautia, Weissella y Agathobacter, eran más abundantes en estadios premalignos o en pacientes en RC. Además, la presencia de Agathobacter se asoció significativamente con una mayor supervivencia en comparación con los pacientes que no presentaban dicho género.
También se observó que los niveles de dos AGCC, butirato y propionato, se reducían a medida que la enfermedad progresaba. Además, el butirato se asoció significativamente con una mejor respuesta; y en test con líneas celulares ambos metabolitos tuvieron efectos antiproliferativos.
Los autores destacan que, a pesar de la necesidad de validar estos datos en estudios de mayor tamaño, los metabolitos de AGCC y la microbiota intestinal asociada a su producción podrían tener efectos beneficiosos en la evolución de la enfermedad y la respuesta al tratamiento.
Referencia: Rodríguez-García A, Arroyo A, Garcia-Vicente R, et al. Short-chain fatty acid production by gut microbiota predicts treatment response in multiple myeloma.
Clin Cancer Res. Published online December 18, 2023.
doi:10.1158/1078-0432.CCR-23-0195
SC-ES-CP-00099