Los pacientes que han sufrido un síndrome coronario agudo (SCA) tienen un riesgo entre 5-6 veces mayor de muerte en el primer año. Actuar de forma temprana sobre factores relevantes como el cLDL permite reducir dicho riesgo, tanto a corto como a largo plazo. Sin embargo, en la práctica clínica una parte importante de los pacientes no alcanza los objetivos recomendados por las guías ESC/EAS 2019 tras un SCA.
El proyecto OPTA se puso en marcha para analizar las lagunas en el manejo lipídico de estos pacientes y consensuar estrategias de mejora. Participaron cardiólogos de 7 hospitales terciarios de Madrid, que identificaron cinco aspectos clave del manejo del paciente a lo largo de toda la vía asistencial. Los resultados del proyecto se han publicado en Expert Review of Cardiovascular Therapy.
El primero de los aspectos pone el acento en evaluar el riesgo CV del paciente al ingreso mediante la realización de una analítica completa, con
perfil lipídico, HbA1c y pCR. En segundo lugar, consideran esencial establecer una estrategia para reducir de forma rápida y eficaz los niveles de cLDL. Para ello, aconsejan recurrir a algoritmos como
el desarrollado por la Sociedad Española de Cardiología (SEC) para orientar el tratamiento.
En pacientes post-SCA es clave no solo alcanzar objetivos de cLDL, sino hacerlo cuanto antes y mantenerlos durante el mayor tiempo posible; de igual modo, cuanto más bajos sean dichos niveles, mejor.
El tercer aspecto a tener en cuenta es definir correctamente los objetivos terapéuticos y realizar un seguimiento activo. Los autores se atienen a las recomendaciones de la citada guía europea: <55 mg/dL y una reducción del 50% respecto a los niveles basales, e incluso más restrictivos en algunos pacientes de muy alto riesgo (<40 mg/dL). También recomiendan programar una visita de seguimiento en los dos primeros meses tras el evento, incluyendo un nuevo perfil lipídico.
En cuarto lugar, el trabajo identifica las barreras a la hora de acceder a los datos de los pacientes, especialmente entre los distintos niveles asistenciales. Para ello proponen implementar un sistema de historias clínicas electrónicas de acceso fácil tanto para especialistas como para médicos generalistas.
Finalmente, el quinto aspecto resalta la importancia de estandarizar los informes de alta, con información específica sobre los distintos factores de riesgo y los objetivos terapéuticos. En cuanto al tratamiento hipolipemiante, se debería especificar claramente el nombre y la dosis de los fármacos prescritos, así como los ajustes necesarios durante el seguimiento.
Los autores concluyen que para reducir la carga CV de los pacientes tras un SCA es importante conseguir un mejor control de los factores de riesgo y, en especial, del cLDL. En este caso, remarcan que es clave no solo alcanzar los niveles recomendados, sino también hacerlo lo antes posible y mantenerlos de forma sostenida en el tiempo.
Referencia
Fernández MS, Silva Melchor L, Martínez-Sellés M, et al. Early approach to LDL-related risk after acute coronary syndrome: the OPTA project [published online ahead of print, 2023 May 8].
Expert Rev Cardiovasc Ther. 2023;1-6.
doi:10.1080/14779072.2023.2211266SC-ES-AMG145-00747
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